El 26 de Agosto teniamos la última cita con nuestra querida matrona Silke, ese día yo sentía que pronto ibamos a conocer a nuestra hija y así fue. Ese mismo día empezaron las contracciones, después de esa cita, las contracciones no pararon y solamente aumentaron.
En la noche las contracciones aumentaron y llegue a tener contracciones seguidas, asi que a la 1 am salimos a la casa de partos después de haber hablado con Silke.
A la hora de llegar supimos que aún no era tiempo, a pesar de que en la casa de partos se me rompio mi fuente. Silke nos sugirió irnos a la casa de nuevo, confiando en ella nos regresamos a la casa, la mejor decisión.
Ya en casa, entre contracciones podía cerrar mis ojos, le pedí a mi esposo que se durmiera porque lo necesitaba descansado.
A las 8 de la mañana cambiaba el plan de las matronas, ya no era el turno de mi matrona Silke, si no de Christa. A las 8 am le marque a Christa y quedarnos en vernos a las 9 de la mañana en la casa de partos.
Me bañe, lloré y me aliste para irme a conocer a nuestra hija. Sentía tantas emociones.
Puntuales llegamos a la casa de partos, todo paso muy rápido, en mi cabeza mi hija nació una hora después pero en realidad nació 6 horas después, a las 3:34 de la tarde.
Con la combinación de tener un esposo que transmite muchísima paz y tranquilidad, una matrona que te empodera, en la cual confias plenamente y una estudiante que esta contigo cada respiración y te motiva. Fue un parto perfecto, indescriptible, lleno de empoderamiento, paz y tranquilidad.
Con todo el corazón le agradezco a todo el equipo por acompañarme todo el embarazo y regalarme un parto inolvidable que siempre recordare con mucho amor y nostalgia.